Primero yo, después yo y siempre yo.
!Qué bueno es no hacer nada y luego descansar!
Quien castiga con ira, más se venga que castiga.
Quien con un cojo pasea, al año cojea.
Quien gana dos y gasta tres, ladrón es.
Quien mal anda, mal acaba.
Quien más tiene, más quiere.
Quien no sabe fingir, no sabe vivir.
Quien tiene buen anillo, todo lo señala con el dedillo.
Quien un mal hábito adquiere, esclavo de él vive y muere.
Si la envidia fuera tiña, !cuántos tiñosos habría!
Tan mala memoria tengo, que si te ví, no me acuerdo.
Tirar la piedra y esconder la mano, hecho villano.
El truhán y el charlatán, mintiendo ganan el pan.
Un loco hace ciento.
El agradecido, no olvida el bien recibido.
Alabar lo bueno y vituperar lo malo, justicia es lo que hago.
Bien predica quien bien vive.
La caridad bien entendida empieza por uno mismo.
Una cosa es predicar y otro dar trigo.
En boca del discreto, lo público es secreto.
La flor de la hermosura como la flor de mayo dura.
Lo bien hecho, bien parece.
No basta ser bueno, sino parecerlo.
Pronto y bien, rara vez se ven.
Querer y poder, hermanos vienen a ser.
Quien guarda, halla.
La respuesta mansa, la ira quebranta.
El que mucho abarca, poco aprieta.
Dime con quién andas, y te diré quién eres.