Refranes

«    29 of 33    »

El Diablo, harto de carne, se metió fraile.

— Se burla el refrán de quienes, después de una vida alocada y libertina, adoptan en su vejez rígidas costumbres morales.

A falta de corazón, buenas las piernas son.

— Dice que cuando flaquea el valor, puede recurrirse a las piernas, sobre todo en caso de desigualdad manifiesta.Lo que, en definitiva, corrobora que CUANDO HUIR ES MENESTER, CON HONRA SE PUEDE HACER…

A la vejez, viruelas.

— Dado que la viruela es enfermedad propia de la infancia, con ello se aludía irónicamente a las personas que se resisten a envejecer y adoptan usos y recursos reservados a la juventud.

A otro perrro con ese hueso.

— Se utiliza para rechazar con energía todo ofrecimiento o razón engañosos.

Ahora que tengo potro, pongo la vista en otro.

— Se dice, figuradamente, en alusión a los que, una vez casados, ponen sus ojos en la mujer ajena.

Al arbolito, desde chiquito.

— Enseña que para llevar a buen término algún proyecto, el esmero y la dedicación deben estar presentes desde el comienzo.

Al avariento y al puerco, después de muertos

— Porque tanto uno como otro sólo entonces se vuelven provechosos para los demás.

Al pobre, el sol le come.

— Dice que al desvalido casi nadie le ayuda.

Antes le faltará al ruiseñor qué cantar, que a la mujer qué parlar.

— Satiriza la locuacidad de la mujer.

Arriba, canas; y abajo, ganas.

— Se dice, en broma, de los viejos verdes, quienes, por lo general, se quedan en eso: en las ganas.

Aún no ensillamos, y ya cabalgamos.

— Reprende a los que, por exceso de optimismo, dan por hecho cuanto planean y, a la postre, acaban por estrellarse contra la cruda realidad.

Aunque duela, salga la muela.

— Se decía antiguamente, cuando aún no era conocida la anestesia, , y se dice hoy para encarecer la necesidad de pasar un mal trago en remedio de otros muchos.

Besos y abrazos no hacen chiquillos, pero tocan a vísperas.

— Reprende las libertades amorosas que exponen a un casamiento no deseado.

Bien sabe lo que dice el que pan pide.

— Reclama el refrán comprensión y respeto para el que pide limosna, pues sólo el que sufre necesidad conoce la dureza de su situación.

Cada loco con su tema, y cada llaga con postema.

— Porque tan inseparable de maniático es la obstinación , como de la herida infectada la purulencia. Hoy se enuncia sólo en su primera parte: CADA LOCO CON SU TEMA.

Casar, que bien , que mal.

— El matrimonio fué durante mucho tiempo el objetivo final de la mujer. Y así lo refleja pluralmente el refranero: MADRE, CASADME, AUNQUE SEA CON UN FRAILE, CASADME; PADRES, CASADME, QUE EL CUERPO ME ARDE, o SEA MARIDO, AUNQUE SEA DE PALO.

Con hermosura sola no se pone la olla.

— Reprende a los que, seducidos solamente por la belleza, emprenden la aventura del matrimonio. A éstos apunta la seguidilla: «Dices que por el pelo tienes amores;/ echa el pelo en la olla,/verás qué comes».

Criado por abuelo, nunca bueno.

— Manifiesta que los abuelos suelen ser demasiado indulgentes con sus nietos, y que por ello no son los mejores artífices de una buena educación.

Cuando los labios callan, los ojos hablan.

— Se refiere a que que ciertos gestos suplen a veces en elocuencia a las palabras. Lo decía el poeta: «El alma que hablar puede con los ojos/tambien puede besar con la mirada.

Cuánto tienes, tanto vales.

— Indica que a las personas suele valorárselas sólo por su riqueza y posición social.

Dadme grosura y os daré hermosura.

— Alaba la gordura en las personas como elemento realzador de la belleza

De noche, todos los gatos son pardos.

— Dice que en la oscuridad es más fácil disimular las malas acciones , pues es difícil distinguir lo que se ve.

Del árbol caido todos hacen leña.

— Se refiere al desprecio que las personas suelen manifestar ante aquel que ha caido en desgracia, y al provecho que de esa situación casi todos intentan sacar.

Días de matanza, dias de pitanza.

— Porque cuando se mata el cerdo se acostumbra a invitar a los vecinos a comer de las múltiples partes del animal.

Dios los cría y ellos se juntan.

— Se dice, en chanza, para significar que los granujas , como los posos en el líquido, tienden a aglutinarse y asociarse.

Donde no hay harina, todo es mohina.

— Para indicar que la pobreza y la necesidad suelen ser causa de disgustos y malestares.

En arca abierta, el justo peca.

— Dice que cuando la ocasión se presenta demasiado tentadora, puede sucumbir la virtud más robusta.

En la mesa y en el juego se conoce al caballero.

— Popularísimo refrán, de uso aún hoy día, sin duda por su axactitud.

El encubridor hace al ladrón.

— Atribuye a los encubridores la misma responsabilidad en los delitos que a los propios ladrones.

Éramos pocos y parió la abuela.

— Se dice festivamente cuando a una situación ya de por sí agobiada, viene a añadirse algún elemento que redobla la gravedad.
«    29 of 33    »