El agua, como buey; y el vino como rey
Agua, ni quiebra hueso ni descalabra.
Agua corriente no mata a la gente.
Agua de por San Juan, quita vino y no da pan.
Agua fría y pan caliente, nunca hicieron buen vientre.
El agua hace la vista clara.
Agua que no has de beber, déjala correr.
El aguardiente y la malvasía, mézclalos, María.
Ajo crudo y vino puro pasan el puerto seguro.
Al que va a la bodega, por vez se le cuenta, beba o no beba.
El arroz, el pez y el pepino nacen en agua y mueren en vino
El buen vino no ha menester pregonero.
Bueno es el vino cuando el vino es bueno, pero si el agua es de una fuente cristalina y clara, mejor es vino que el agua.
Con buen vino se anda el camino
Cual el año, tal el jarro.
Derramar vino, buen destino; derramar sal, mala señal.
Después de beber, cada uno dice su parecer.
La leche, al pié de la vaca.
Más vale que se te seque la boca, que no la bolsa.
Más vale vino maldito que agua bendita.
Miráis lo que bebo y no la sed que tengo.
Nadie diga de este agua no beberé.
Ni mesa sin vino, ni sermón sin agustino.
No es bueno el mosto cocido en Agosto.
No hay tal caldo como el jugo del guijarro.
El pan, pan, y el vino, vino.
El pan, con ojos, el queso, sin ojos, el vino que salte a los ajos.
Quien tras la ensalda no bebe, no sabe lo que se pierde.
Tabaco, vino y mujer, echan al hombre a perder.
Tras las peras, vino bebas.