Refranes

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Aldeana es la gallina, y cómela el de Sevilla.

— Dice que muchas de las cosas que se consumen en las grandes ciudades proceden del campo. En general, aconseja no despreciar nada, por humilde que sea su origen.

Aquella gallina no es buena, que come en su casa y pone en la ajena.

— Censura a todo aquel que aquel cuyo comportamiento con los suyos desmerece del que dispensa a los demás.

Asna con pollino, no va derecha al molino

— Así lo recoge el marqués de Santillana, dando a entender que no puede actuar con rectitud quien está arrebatado por alguna pasión.

Aunque la garza vuela muy alta, el halcón la mata.

— Alude figuradamente al juego amoroso de la dama y el caballero. Puede también servir de avisoa los engreidos, recordándoles que siempre habrá alguien que vuele mal alto.

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

— Dice que es inútil encubrir con disfraz alguno la verdadera índole, pues esta se delata de todos modos.

Aunque muda el pelo la raposa, su natural no despoja

— Advierte que es muy difícil que cambie el que de suyo tiene malas inclinaciones.

Ave de pico no hace amo rico.

— Da a entender lo difícil que es ahorrar cuando hay que costear la manuntención de alguien o algo. Indica también que la cría de las aves cantoras no es lucrativa.

Ave de pluma, no dejes ninguna.

— Alaba la calidad de la carne de pluma. También se emplea para espresar el deso de obtener la mayor cantidad de algo que nos agrada.Como aquel glotón que, cuando le preguntaron cuántos pajaritos sería capaz de comerse, respondió: !Todos!

Ave que vuela, a la cazuela.

— Dice que todas las avez son buenas para comery, en particular, para hacer buen caldo.

El azor, en el palo, y el halcón, en la mano.

— Recomienda el orden y la buena organización en cualquier asunto. El refrán se refiere al distinto modo con que antaño solían llevarse ambas avez, conforme al rígido código de la cetrería.

El burro, grande, ande o no ande.

— Satiriza la instintiva propensión utilitarista de los que prefieren siempre la cantidad a la calidad.

El caballo y la mujer, al ojo se han de tener.

— En este refrán se aconseja vigilar tanto a la mujercomo el caballo , aquella, por desconfianza; éste, por necesitar de un esmerado cuidado.

Cada pajarito tiene su higadito.

— Advierte que toda persona, por serena o tranquila que sea, alguna vez puede tener un arrebato de ira. Hace alusión a la antígua creencia de que el hígado era el depósito de los buenos y malos humores.

Cada oveja, con su pareja.

— Enseña que cada uno debe rodearse de gente de su igual.

Camarón y cangrejo, corren parejo.

— Se usa para comparar dos cosas o personas semejantes. Tiene, pués, el mismo sentido que ZAMARRA Y CHAQUETÓN, IGUALES SON.

Can con rabia, con su dueño traba.

— Dice que al igual que el perro rabioso ataca a su propio amo, el hombre encolerizadoes capaz de volver su ira contra los suyos.

Canta la rana, y no tiene ni pelo ni lana.

— Exhorta a afrontar la vida con alegría , por duras que sean las situaciones y múltiples las carencias.

Cayó el buho entre las grajas, e hiciéronle migajas.

— Previene contra los envidiosos que, por su mala índole, son capaces de destruir aquello que desean para sí y no pueden conseguir. Como dijo Leonardo da Vinci: «Antes habrá cuero sin sombra que virtud sin envidia».

La coz de la yegua no lastima al potro.

— El castigo de la madre-quiere decir- no hiere al hijo porque viene atenuado por el amor.

Cría cuervos y te sacarán los ojos.

— Es amarga expresión de desengaño, que aconseja no excederse en la práctica del bioen, pues ésta casi siempre genera ingratitud.

Cuando el gato no está, los ratones bailan.

— Reprende el desarden que se crea cuando los superiores se ausentan y los subordinados hacen lo que les place.

Cuando el mochuelo pía, ya es de día.

— Lo dicen los labriegos cuando despunta la auorora.

Cuidados ajenos matan al asno.

— Advierte sobre las molestias que causan a los demás las personas entrometidas, a las que taambién se les increpa con este otro: «Cada lobo en su senda, y cada gallo en su muladar.

De casta le viene al galgo el ser rabilargo.

— Da a entender que los hijos suelen heredar las costumbres de los padres.

Del conejo, lo que mira al cielo; y de la pedriz, lo que mira al suelo.

— Entre gente de buen comer, se dice así para ensalzar las delicias de uno y otro bocado: del conejo, el lomo; y de la perdiz, la pechuga.

Donde hay yeguas, potros nacen.

— Se dice, en chanza, cuando alquien se sorprende por algñun acontecimiento cuyo orígen o causa es evidente.

En toda tierra de garbanzos, seis gansos y seis gansas son doce gansos.

— Se dice cuando alguien expone un razonamiento tan evidente que resulta necio trarelo a cuento.

Escarba la gallina y halla su pepita.

— Advierte que el que con tenacidad se obstina en profundizar en algún tema, a menudo descubre cosas desagradables que le atañen.

Escarbó el gallo, y descubrió el cuchillo para matallo.

— Reprende el vicio de la curiosidad, que cuando roza la impertinencia puede llevar a descubrir lo que no desea.

Una espina de besugo puede ser tu verdugo.

— LLama a la precaución cuando se coma este pescado, pues si, como ha ocurrido alguna vez, una sola de sus espinas llega a atravesarse en el garganta, puede causar la muerte.
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