Refranes

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El espejo no hace bonito lo feo.

— Dice que cuando un rostro es feo o poco agraciado, la culpa no es del espejo que lo refleja.

La esquila, buena o mala, a los ocho días igualada.

— Es excusa de los malos peluqueros, aunque, en sentido indirecto, viene a recordar que el paso del tiempo todo lo mitiga.

Fruta prohibida, más apetecida.

— Tal es el eterno mecanismo de la seducción desde los días del Paraiso terrenal. Lodecía una ingeniosa y perversa dama mientras tomaba con deleite un sorbete de frutas: «!Qué riquísimo está!. Lástima que no sea pecado.

Genio y figura, hasta la sepultura.

— Dice que el talante individual, sea el que fuere, se mantiene inalterable desde el primer llanto hasta el último suspiro.

Gracias y buen trato, valen mucho y cuestan barato.

— Dice que el agrado es la llave maestra de las relaciones humanas y que es tanto más valioso por cuanto no cuecsta nada y, sin embargo, reporta grandes beneficios.

Hasta lavar los cestos, todo es vendimia.

— Similar al que dice HASTA EL RABO, TODO ES TORO, recuerda el refrán qe nada debe darse por concluido hasta que no haya realmente acabado, y previene, por tanto, contra la euforia anticipada.

El herrero, con agua aumenta su fuego.

— Al igual que el herrero aviva el fuego de su fragua con agua, hay ocasiones en que algo se consigue con el remedio aparentemente menos adecuado.

El invierno no es pasado, mientra Abril no ha terminado.

— Pues son corrientes, avisa el refrán, los fríos en este mes de primavera.

Ir por lana y volver trasquilado.

— Se dice cuando alguien sufre una pérdida en aquello que esperaba conseguir provecho.

Ira de enamorados, amores doblados.

— Dice que las riñas entre personas que se quieren mucho hace que ese amor se incremente aún más.

Lo que es moda, no incomoda.

— Se refiere a la tiranía de la moda, cuyos caprichos se sufren con gusto con tal de estar al día.

Más ven cuatro ojos que dos.

— Enseña que en las decisiones graves es importante tener en cuenta la opinión y consejo de otras personas.

Moza garrida, o bien ganada o bien perdida.

— Dice el refrán que la mujer guapa o casa bien o se hace libertina.

No hay atajo sin trabajo.

— Manifiesta que la abreviación, como tantas cosas, está sujeta a la ley de las compensaciones, y lo que acorta el trayecto lo exige en esfuerzo.

No hay mal que por bien no venga.

— Da a entender que un suceso nefasto suele ser a veces ocasión de otro venturoso. Lo cual viene a corroborar otra irrecusable verdad: HASTA EL FIN, NADIE ES DICHOSO.

No hay mayor dificultad que la poca voluntad.

— Dice que muchas veces no son los obstáculos los que imposibilitan la ejecución de cualquier obra, sino la abulia o el desinterés del que está llamado a realizarla.

No seais hornera si teneis la cabeza de manteca.

— Se dice a aquellos que pretenden desempeñar un cargo sin estar capacitados para llevarlo a buen fin.

La ocasión hace al ladrón.

— Dice que a menudo se hacen cosas malas porque la ocasión incita a ello.

Oficio, bueno o malo, da de comer a su amo.

— Advierte de la seguridad económica que reporta cualquier oficio, por humilde que sea.

Oido horadado, virgo quitado.

— Advierte que la que escucha complacida palabras de amor y pasión acaba por sucumbir sin remedio.

Para quien roba un reino, la gloria; para quien hurta un burro, la horca.

— Evidencia la doble moral con que juzgamos actos que, en el fondo, son muy similares.

Para sacar buen brillo, poco betún y mucho cepillo.

— En sentido literal recomienda una técnica que los antíguos limpiabotas seguían al pié de la letra. Figuradamente, recuerda que la llave del éxito en cualquier tarea reside en el trabajo y el esfuerzo.

El pobre que pide pan, carne toma si la dan.

— Enseña que cuando se carece de medios hay que conformarse con lo que nos ofecen, tanto mejor si ello es superior a lo que se esperaba.

Por el beso empieza eso.

— Dice que el beso es la llave que abre las puertas al amor total.

Por mucho trigo, nunca fué mal año.

— Advierte que la abundancia, si es de cosa buena, no daña. Hay otro similar que dice: «En casa llena, presto se guisa la cena».

Predícame, padre, que por un oido me entra y por otro me sale.

— Se dice contra los que, sordos a cualquier amonestación, soportan indiferentes cuanto se les dice, por severo que sea.

El que no sabe gozar de la ventura cuando le llega, no se debe quejar si se le pasa.

— Dice que cuando se ha dejado pasar una oportunidad no hay motivo para la lamentación.

El que se pica, ajos come.

— Dice que el que, por susceptibilidad, se resiente de lo que oye es porque tiene motivos para darse por aludido

El que tiene padrinos se bautiza.

— Explica que el que tiene valedores obtiene aquello que precisa.

Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.

— Recuerda las ventajas que logra el que tiene protección poderosa. Aunque en cuestiones de árboles y sombras, el refranero también advierte: DE LA HIGUERA, LA SOMBRA NO ES BUENA;Y LA DEL NOGAL, TRAE MUCHO MAL.
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